Friday, June 03, 2005

Ab-zurdo #68

Ab-zurdo #68

Colita De Rata llevaba su tambor a todas partes, menos a una. Maru por su parte, ansiaba estar en esa única parte, donde pudiera librarse de los incesantes golpes y poder abusar del negro a su antojo.

- De menos toca un mambo, Colita.

El negro sacó un trozo de cachaza y lo empezó a moler. Lo hacía con tal sensualidad y con tales movimientos sugestivos, que Maru se empezó a volver loca. Sus pechos estaban a punto de explotar. Entonces Colita los tomó entre sus manos y empezó a producir sonidos percusivos con ellos, bastante representativos por cierto. En eso pasaron unos ejecutivos orientales y vieron el deleitoso y epicúreo espectáculo. Uno de ellos se quitó los pantalones y untó sus muslos con nutela.

Todo fue plan con maña. Los niños de la favela salieron con sus panes para cubrirlos con la empalagosa crema de marras. Por cierto, se les pasó un poquito la mano y dejaron al japonés como para los buitres. Desde entonces Colita regenteó a los mencionados chiquitines.

Lo malo de esta historia es que no tiene un final feliz. A Maru no se le desinflaron nunca los pechos. Así que cuando descubrió que la única parte en que Colita no traía tambor era el templo de San Francisquito, ella no pudo entrar ahí.

FIN

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