Friday, June 10, 2005

Ab-zurdo #72

Ab-zurdo #72

La marea estaba bajando, y ahora sí que yo me despertaba esporádicamente, en todo el sentido de la palabra. Hasta que ya pude sacar mis bracitos del fango, y me levanté con ganas de hacer mis refritos. Pesqué a 2 pescadores y después de chelear con ellos un rato, me los imbuí. No crean, esto de las víctimas es algo entre aburrido y bromoso, pero qué le hago, siendo un monoblock a sueldo fijo. Pasé por la tiendita y les dije como siempre "¡hasta el lunes!". Sin embargo ese día me miraron con desconfianza. Me colgaban dos permícolas en vez de cuatro. Ah cabrón, no me había sorprendido yo mismo así en años. Todo me tenía que salir a la perfección, vive Dios, si yo no era para simulacros ni sobresaltos de liquid paper. Apreté la manguerita pa que mis pares cartesianos no se enteraran. Pero me empezó a entrar una fundición de impulsos bastante neptuniana, así como intuiciones extravertidas, y mejor me recopilé cariñosamente. Y, ¿quién no iba a sentirse benevolente? Así que me fui brincando entre ostioncillos hacia los suburbiajos. Cualquiera diría que mi gacelesca actitud me iba llevar con saña al lado nulo de la luna. Carajo, me reí dentro de mí, cómo se me ocurre. Sonriendo, miré mi pendulito y vi que se me había pasado la hora de instituirme. Suspiré y pos ni modo, me arranqué los pelos que me sobraban. Chingado, siempre me pasa lo mismo. Muchos cojones, pero posponiendo mi filantropía. En fin. No me quedó más que sacarme el chiclote de la boca, y adherirme al macadán de escorias. Con silencios en los ojos. Y mi carota de estúpido.

FIN

0 Comments:

Post a Comment

<< Home