Wednesday, November 16, 2005

Ab-zurdo #80

Ab-zurdo #80

Ese día simplemente no llegué. En mi casa le hablaron a las cruces, a la policía, y a todos lados, pero nunca me encontraron. Lloraron durante años, y yo nunca más volví. Jamás encontraron ni mi cuerpo, ni mi rastro, ni mi estela, ni mi estrella.

Creo que impuse un récord guines sin saberlo, el de extrañar a alguien. Todo el mundo me extrañó. El Papa, Chelita, Brad Pitt, mi suegra y el señor de las paletas. Linda sabía dónde estaba yo, y aún así me extrañó. Ella me guardó los primeros días en su sexo, y después me fui en el volantín del parque surcando los verdes cielos de yerbabuena, hasta llegar al jacuzzi de Dios. Desde ahí conversábamos Él y yo, y de vez en cuando me daba órdenes, pero nunca las cumplí, y a él le dio hueva mandarme al infierno. Por eso, desde este recóndito embeleso, enalteceré los potpurrís de aquellos que atribulándose, me alfabetizaron monumentos de saudade.

FIN

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